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Diez libros para iniciarse como un buen lector

Por Luis Fernando Lezama *

 

Hace unas semanas, en la comunidad de Facebook del Taller de Corte y Corrección, Lucas López escribió pidiéndonos ayuda para recomendarle un libro a su cuñado. Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, Lucas señalaba que su cuñado no leía literatura; por lo que él, responsable, no quería darle cualquier libro. Así que Lucas nos pidió que sugiriéramos libros que fueran una puerta segura para que su cuñado entrase en el mundo de la ficción.

¿Cuántas veces no nos pasa? Alguien que nos reconoce como buenos lectores nos pide que le recomendemos un libro. Yo debo admitir que odio cuando me hacen esa pregunta. No porque no quiera recomendarles alguno, sino porque siento que puedo ser el culpable de que alguien no vuelva a leer nunca más. Temo que no le guste lo que le recomiende y no vuelva a leer por mi culpa. Temo que yo sea quien impida el futuro tal vez maravilloso de esa persona. Puede ser un poco exagerado de mi parte pensar así, pero sólo quien está tan enamorado como yo de la literatura entendería mi preocupación. Yo les debo todo lo que soy —cómo pienso, cómo me relaciono con otras personas, con qué ánimo me levanto— a los libros. Les debo hasta el hecho de poder escribir en este bello espacio que es el periódico Fin, ¡imagínense! Sin los libros que he leído, les aseguro que no estarían leyendo esta nota. Y para mí, eso sería más que una tragedia, aunque pudiera estar en cualquier otro lugar del mundo. Si a mí alguien me hubiera recomendado un mal libro para comenzar y yo no hubiera descubierto esta magia portátil —como la llama Stephen King—, quién sabe dónde estaría, o si estaría siquiera. Tal vez sería un zombie más que va en el colectivo refrescando una y otra vez su página de Facebook. En cambio, yo cuando voy en el colectivo tengo la suerte de ir —a la vez que me acerco a mi destino— descendiendo por un calabozo junto al peor de mis enemigos, Fortunato, para vengarme de él de la forma más espantosa que se me pudo ocurrir (“El barril de amontillado”); o puedo ir maravillándome con los inventos que un gitano que ha recorrido el mundo trae a mi pequeña aldea, que está junto un río de aguas diáfanas que se precipitan por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos (Cien años de soledad).

Hace unos días, una amiga doctora me compartía un discurso pronunciado por Federico García Lorca en la inauguración de la biblioteca de su pueblo natal. En el discurso, el poeta granadino decía lo siguiente:

“Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro”.

¿Por qué don Federico García Lorca, uno de los poetas más grandes de nuestra lengua, decía eso? Parecería una locura pedir medio pan y un libro siendo un mendigo. Pero decía el autor de Bodas de sangre que “Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano, porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social”.

Además, García Lorca relata que el magnífico Dostoievski, cuando estuvo preso en Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita, al momento de pedir socorro mediante una carta a su lejana familia, sólo decía: “¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!”

Tenía frío —dice García Lorca— y no pedía fuego; tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón.

No nos queda mucho más que agregar: García Lorca y Dostoievski expresan mejor que cualquiera lo que pensamos y sentimos por los libros en Fin.

Sólo nos queda agradecer a Lucas López por haber lanzado esa pregunta en el grupo, pues gracias a ella Marcelo di Marco nos propuso a todos los que quisiéramos que mandáramos una lista de diez libros que toda persona debe leer para iniciarse como un buen lector. A partir de ella, hemos elaborado una sola lista con los diez más repetidos en las más de quince listas que nos llegaron. Fue una bonita forma de intercambiar lecturas entre todos. Debo reconocer que aún me queda una lectura de los diez libros finales. ¡Pero qué tonteras escribo! La verdad, sería insano pensar que sólo me queda una: me deben quedar miles, afortunadamente.

Algo que me encanta de la lista final es que en ella conviven escritores de culto como Jorge Luis Borges y bestsellers como Stephen King. Esto se debe a que no le pedimos a nadie que se limitara a enviar sólo narrativa, o mucho menos quisimos que sólo se enviase ficción literaria y se dejara a un lado la ficción de género. No, de ninguna manera: en el Taller y en Fin sabemos que cuando se trata de ficción, lo bueno siempre es bueno.

Como extra, hemos incluido la primera lista que se envió: la de nuestro maestro y amigo Marcelo di Marco.

A leer, entonces, para que nuestras almas no mueran, para subir a la cumbre del espíritu y del corazón.

 

Lista final:

El viejo y el mar, de Ernest Hemingway.

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry.

Narraciones extraordinarias, de Edgar Allan Poe.

Relatos de lo inesperado, de Roald Dahl.

Ficciones, de Jorge Luis Borges.

Cuentos de amor de locura y de muerte, de Horacio Quiroga.

El umbral de la noche, de Stephen King.

El perfume, de Patrick Süskind.

Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

El sabueso de los Baskerville, de sir Arthur Conan Doyle.

 

Lista de Marcelo di Marco:

Historias extraordinarias, de Edgar Allan Poe.

El hombre ilustrado, de Ray Bradbury.

Los mejores cuentos de Jack London, de Jack London.

Cuentos de amor de locura y de muerte, de Horacio Quiroga.

Relatos de lo inesperado, de Roald Dahl.

Matilda, de Roal Dahl.

Juventud, de Joseph Conrad.

El fantasma de la Ópera, de Gastón Leroux.

El umbral de la noche, de Stephen King.

El cuchillo, de Patricia Highsmith.

 

* Luis Fernando Lezama Bárcenas (1995, Tegucigalpa, Honduras). Publicó su primer poemario El Mar no deja olvidar en 2013, apoyado por el escritor hondureño Julio César Anariba (Q.D.E.P.) y el colegio de donde se graduó, Dowal School. Ha presentado su obra en instituciones de Educación Media y Superior, destacando la  UPNFM, prestigiosa universidad de Honduras, a la que fue invitado por Juan Medina Durón (Q.D.E.P.), reconocido literato hondureño y corresponsal de la Real Academia Española. En 2015 integró la I Antología Argonautas, de Editorial Argonautas (España), que fue difundida en formato físico y digital. Fue seleccionado para conformar la Antología Pluma, Tinta y Papel en el IV Concurso de Microrrelatos, editorial Diversidad Literaria (España). Obtuvo la medalla al mérito “Gabriel García Márquez” en el XI Concurso Internacional de Cuento 2016 “Ciudad de Pupiales”, organizado por la Fundación Gabriel García Márquez, con su relato “Bañar al bebé” (publicado en FIN http://fin.elaleph.com/articulos/banar-al-bebe-el-cuento-de-luis-lezama-que-gano-un-concurso-internacional.) Actualmente estudia Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, y asiste a la prestigiosa escuela de escritores Taller de Corte y Corrección.

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