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CANIBALÍSMICO: El arte de asustar con estilo

por Adrián Granatto*

 

 

Lo malo de Canibalísmico, de Cristian Acevedo (Buenos Aires, Expreso Nova Ediciones, 2014): es un libro corto. Demasiado corto. Uno se queda con ganas de más y una sensación de vacío y tristeza al dar vuelta la última página.

El comienzo es impactante con el soberbio «Bad Boy». Tres personajes sin nombre, que se nos presentan como UNO, DOS y TRES, y un accidente de tren, es todo lo que necesita el autor para dejarnos boquiabiertos. ¡Pum! Palo y a la bolsa. Uno podría pensar que Cristian puso toda la carne al asador en este primer relato y que a partir de ahí sería todo un declive literario.

Pero no.

«Matagemelos» te hace levantar nuevamente la guardia, manteniéndote en vilo hasta la atroz conclusión.

Luego la cosa se relaja con la genial «Penélope», donde asoma el costado humorístico del autor. Una historia que me hizo soltar una carcajada con su final. Increíble.

«Déjà vu», «Pobre infeliz» y «A la salida del túnel» nos demuestran que Cristian se maneja exquisitamente en el horror. Historias simples y giros sorpresivos.

En «Aquel pibe feliz, viejo y triste», relato que también forma parte del cuarto tomo de los Cuentos de La Abadía de Carfax, seremos testigos de un particular viaje en el tiempo.

«Perdura, oscuridad» es un relato inquietante. Sólo queda decirles que nunca más verán de la misma forma los espejos de los baños.

El clímax es a todo trapo con «Final del sueño», «Bonsái» (una joyita de tan sólo dos páginas) y «La calle Dublin». En el primero, ¿un asesinato brutal o un recuerdo difuso?; en el segundo, un experto del bonsái ante uno de sus mejores trabajos; y para terminar, una pareja de Parque Chas pierde los estribos ante una nota calumniante.

Sorprende que, en tan pocas palabras, Cristian Acevedo pueda decir tanto y dejarnos con el sabor agrio del miedo.

Cada historia del libro se sostiene con el toque sobrenatural justo, lo suficiente para inquietarnos. Canibalísmico merece un lugar en la biblioteca, es un libro que pronto se volverá de culto. Acuérdense de mis palabras.

El futuro se ve promisorio para este joven artista de las letras, y uno espera con alegría su siguiente antología (con rima y todo).

 

tyct

 

 

 

Adrián Granatto* Adrián Granatto es un escritor amateur argentino, nació el 21 de octubre de 1966. No publicó en ningún concurso importante y, sacando a su mamá, no lo conoce nadie.
Escribió para varios blogs cooperativos, y fue director de la revista digital Piso Trece (2012-2013), ya desaparecida en el éter.
Comenzó a tomar clases de escritura en el Taller de Corte y Corrección de Marcelo di Marco en septiembre de 2014… y todavía no se avivaron de echarlo.

 

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