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Con Nico en el Recoleta

por Marcelo di Marco

¡Pulgares arriba para una tarde de goles!

¡Pulgares arriba para una tarde de goles!

El sábado 3 de agosto estuve en el Centro Cultural Recoleta con Mariláu Sánchez y Nomi Pendzik (respectivamente, secretaria de redacción y directora de FIN), en la muestra del arte de la película Metegol. En realidad, más que nada fuimos a verlo allí a Nicolás Amelio-Ortiz, miembro de La Abadía de Carfax, titular de ZEPfilms y productor de mi Canal Taller de Corte y Corrección; desde su propio canal, Nico les había avisado a sus casi treinta mil suscriptores que podrían verlo en carne y hueso en dicha muestra:
http://www.youtube.com/watch?v=xFbVioJuRhs&list=FLiFx4XOpwxn7RhlXmkr1C5w
Después de ese encuentro inolvidable, se me ocurrió invitarlos a casa a los fans que le habían hecho el aguante a Nico hasta el final, y más allá. Horas antes, los dos habíamos accedido a sacarnos decenas de fotos, firmar autógrafos en los señaladores del TCyC,

En el escenario del Canal TCyC, flanqueando a Patricio Salvatierra con Nicolás Amelio-Ortiz.

En el escenario del Canal TCyC, flanqueando a Patricio Salvatierra con Nicolás Amelio-Ortiz.

dialogar con los suscriptores que tenemos en común. La tarde terminó con una merienda
en casa, como les decía, junto con el genio de Nico y esos suscriptores de los más fieles, que quedaron maravillados por nuestra hospitalidad y estilo: imagínense lo que significaba para ellos aprovechar la sapiencia de Nico y pisar con toda la mejor onda el escenario mismo donde se graba el programa del TCyC.

 

http://www.youtube.com/watch?v=jwgRBGxzsVA&list=FLiFx4XOpwxn7RhlXmkr1C5w
Destaco el trabajo de mi secretaria, Mariláu, que sacó fotos a rolete, repartió señaladores y grabó y editó la entrevista que me hizo en ese mismo encuentro María Christensen, nota que les dejo a continuación.
En suma, una tarde para celebrar. ¡Gracias, Nico, por convertir un encuentro virtual en presencial!

Con mi secretaría, Mariláu Sánchez, y mi productor (Nico, de ZEPfilms), los tres custodiados por el Beto y el Loco, estrellas de Metegol.

Con mi secretaria, Mariláu Sánchez, y mi productor (Nico, de ZEPfilms), los tres custodiados por el Beto y el Loco, estrellas de Metegol.

 

Entrevista a Marcelo di Marco

por María Christensen

 

María: Te quiero hacer unas preguntas acerca de Victoria entre las sombras.

Marcelo di Marco: Cómo no, preguntame lo que quieras.

M: ¿En qué te inspiraste para el libro?

MdM: En una historia verídica. En Estados Unidos encontraron, en un parque de diversiones, un muñeco de esos tantos que había en El castillo del terror o El tren fantasma. Apareció, y nadie supo cómo llegó ahí. Porque el muñeco era un cadáver. Sí, tremendo. El cadáver ese estaba vestido de cowboy, pantalones vaqueros, camisa —esta misma camisa que tengo puesta— (risas). Un flaco esquelético, con un sombrero muy parecido a este también. Y nadie supo quién era ese hombre. Así que empezaron a investigar y descubrieron que se trataba de un bandido, de un forajido de aquellos años de la época del Oeste, que lo habían matado a balazos y a alguien se le ocurrió embalsamarlo y ponerlo ahí. No se sabe cómo llegó. Y a mí se me ocurrió pensar qué cosa tremenda para toda la gente que estuvo durante todo el siglo pasando por ese lugar, y pensando que por ahí al muñeco que estaban escupiendo, tirándole cosas —porque la gente les tira cosas a los muñecos— era un semejante que había finado. Me pareció una cosa muy pero muy morbosamente escabrosa. Eso se ve que trabajó bastante en mí porque lo asocié a la historia de un chico, como es el protagonista de mi novela, que vive una infancia muy desgraciada porque la madrastra lo tiene como si el pibe fuera una basura. Y el padre —el verdadero papá de él— no dice nada. Junté ese par de cosas y así se fue dando la novela.

A cada nueva dedicatoria me energizo (¡Gracias, Javier!)

A cada nueva dedicatoria me energizo (¡Gracias, Javier!)

M: ¡Qué lindo! Qué inspiración…

MdM: La inspiración… Es bueno sentir eso, pero si vos no trabajás, no pasa nada. Es un poco el lema del taller, lo que dice ahí en el señalador: el talento solo no te alcanza. Es la parábola de Jesús de los talentos. Dios les da talentos a todos. Pero al que le dio un talento y lo guardó sin utilizarlo, a ese lo echaron a patadas. Así que, bueno, la idea es justamente que si vos tenés una inspiración, no hay que dudar en ir y plasmarla. Tratar de cristalizarla en una obra porque si no te quedás con algo muy lindo, un calorcito que uno siente por el Espíritu Santo, pero después no trabajás y ahí quedó. Esa es la cuestión.

M: Wawww, me dejaste sin palabras…

MdM: La inspiración existe, eso es real. Y Picasso dijo de eso: “La inspiración existe, pero mejor que nos encuentre trabajando”.

M: Te felicito, ya estoy ansiosa por leer tu libro. Y me encantó todo lo que dijiste, porque me incentivás a seguir con mis sueños.

MdM: Y Dios quiera que los puedas cumplir. Pero sin trabajo no se puede. Hay que regularizar el trabajo, sentarse durante horas. Y el día que uno no tiene ganas de escribir, al menos que ese tiempo lo utilice para leer, para estudiar, directamente. Hay veces en que no sale nada, la inspiración está y uno tiene ganas, pero no sale. Así que bueno, en ese momento hay que largar a los quince, veinte minutos, cuando uno dice esto no va ni para atrás ni para adelante; ahí agarro un libro y esa hora me la dedico a leer. Lo que había pensado dedicar para escribir o filmar, eso ahora lo dedico a la lectura. Y de esa manera aprovechás el tiempo.

M: Me llamó la atención que siempre tenés con vos una libretita y una birome. ¿Son para anotar tus ideas, las que surgen en el momento? ¿Tenés esas inspiraciones?

MdM: Mirá, yo te voy a decir una cosa: nunca anoto nada. Anoto cosas, por ejemplo, para no olvidarme de lo que te había prometido. Pero nunca anoto nada porque me baso en una idea que tiene Stephen King. Él dice que nunca anota nada. Si uno anota —y esto es un buen consejo— las ideas que le aparecen, eso va a quedar para siempre. No hay modo de olvidárselo. En cambio, si uno no lo anota, y no se olvida, es porque esa historia sirve. Porque se va a hacer inolvidable también para el otro. Si vos la anotaste, nunca vas a saber si pasaba por esa prueba del olvido. Así que yo no anoto nunca. Tengo la libreta porque siempre ando con un equipo de supervivencia encima. De todo tengo, lo que se te ocurra hay. Es un poco la metáfora que menciono en el segundo programa del canal, “Una buena herramienta de corte”. Y es el tema de la caja de herramientas. Uno tiene una idea, pero tenés que tener la herramienta necesaria para poder plasmarla.

M: ¿Y cuánto tiempo te llevó escribir la novela, plasmar todas las ideas?

MdM: Desde el momento en que empezó a germinar la cosa, pasando por el primer borrador, después corregir el borrador para que Sudamericana lo vea y me lo rechace —porque ese primer manuscrito fue rechazado— hasta el momento en que vos vas a la librería a comprar el libro, pasaron catorce años. ¿Qué me contás? Catorce años. Así que no es así, tan de la nada. Justamente en el programa número veinte, “De qué sirve romperse el alma trabajando”, este libro aparece en mis manos como que salió de la nada. Y después le cuento a mi audiencia cómo fue todo el proceso.

M: Sos una persona perseverante, que confió desde un principio en lo que hacía. Eso fue tener una visión y seguir hasta el final y cumplir ese sueño. No dejarse derribar por los “no”. No aceptaste un no, y después de catorce años cumpliste tu sueño.

MdM: Y fijate vos que la misma editorial que lo rechazó es la misma que lo ha publicado, y que le han dado tanta difusión.

M: Increíble.

MdM: Claro, esa segunda versión siempre les gustó. Me gustaba a mí también mucho más. A veces uno agarra y dice —como dije en la presentación de la novela— ¿en qué estaba pensando? ¿En qué estaba pensando el tipo para hacer semejante bodrio? Es linda porque les gusta a las chicas —mis hijas—, y a algún lector cercano y todo, esa primera versión. Pero no tiene nada, pero nada que ver. Es solamente un punto de partida, con muy pocos elementos de contacto. Tuve que reformularlo todo. Y bueno —para contestar tu pregunta—, ese es el proceso de perseverantes catorce años de laburo.

M: Buenísimo. Quiero eso… (risas).

MdM: Te agradezco las preguntas, muy jugosas porque me dieron pie para hablar de algo que por ahí le puede llegar a servir a la gente: el trabajo, la cultura del laburo, y meterse con todo de lleno en lo que uno ama y hacerlo directamente.

TCyC y ZEPfilms con María Christensen y María Luján. Marco: el arte de Metegol.

TCyC y ZEPfilms con María Christensen y María Luján. Marco: el arte de Metegol.

Tan joven… y ya firmando autógrafos (¡ESA, Nico!).

Tan joven… y ya firmando autógrafos. (¡ESA, Nico!)

 

Con Nico Ortiz y Nahuel, bajo la atenta mirada del Capi.

Con Nico Ortiz y Nahuel, bajo la atenta mirada del Capi.

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