por Claudia Marcela de los Santos* Rosana pegó un salto. Imposible controlar su respiración entrecortada y rápida. Desde las sábanas espió su cuarto, aliviada: solo había sido una pesadilla. La pesadilla, en realidad. La misma que venía sufriendo desde tres noches atrás. Volvió a recostarse, asimilando lo que había soñado. Y se dio cuenta: ese […]