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Quién es quién en el Taller de Corte y Corrección

Hoy responde…

 

pablo

 

 

Pablo Forcinito

 

 

 

¿Cuáles son tus autores preferidos en literatura, cine y música?

Cine, literatura, música. ¿Animarme a elegir cuáles son mis autores favoritos? Lo intentaré, claro.
Howard Hawks, Sergio Leone, Cristopher Nolan y el interminable Clint Eastwood son cuatro de los directores que integran mi olimpo privado en materia cinematográfica. De ellos diré que (por más sencillo o complejo que sea el argumento a desarrollar) son tipos que saben contar historias, que se atreven a todo y que nunca aburren. Son maestros a la hora de construir personajes verdaderamente complejos, tensionados por cuestiones morales y psicológicas. De la filmografía de cada cual, citaré mi peli favorita. Río Bravo (Howard Hawks, 1959), Érase un vez en el Oeste (Sergio Leone, 1968), Río místico (Clint Eastwood, 2003) y Batman: el caballero de la noche (Cristopher Nolan, 2008).
En cuanto a mis escritores favoritos, el primero en el que pienso es Virgilio. En su Eneida abreva toda la tradición literaria de la Grecia clásica, y aún hoy, en pleno siglo XXI, sigue siendo una obra de vanguardia. Salvatore Quasimodo (Virgilio había nacido en la provincia de Mantua, al norte de lo que hoy es Italia; Quasimodo al sur, en la isla de Sicilia) es otro poeta que considero fundamental en mi vida como lector y escritor. Continuando con los poetas, siempre me gusta mencionar a Pedro Mairal (también cuentista y novelista), que en parte de mi adolescencia me conmovió profundamente con Tigre como los pájaros, su primer libro de poesía. Y si de narradores se trata, pienso en Stephen King, un autor que en sus mejores libros (Misery, IT, The Green Mille) es capaz de tener atrapado al lector a los largo de setecientas páginas o más. Clive Barker es otro que la rompe con sus barrocas pesadillas hechas literatura. También tengo la necesidad de mencionar a Saki, y en particular su cuento «Sredni Vashtar», uno de mis preferidos desde siempre. De «La pata de mono», de Jacobs, aún resuenan en mi memoria los golpes dados a la puerta por ese hijo que vuelve de la muerte.
En relación a la música, comenzaré de nuevo con italianos: Giussepe Verdi y Giacomo Puccini: Rigoletto, La Traviata y Otello; La Boheme, Tosca y Madame Butterfly son algunas de las óperas que llevo en il mio cuore. El metal es otro género que, aunque tardé en descubrir, hoy puedo decir que ha logrado atraparme. Megadeth me vuela el peluquín con sus melodías siempre bien ejecutadas y sin excesos de dramatismo. Painkiller, de Judas Priest, es un álbum fascinante, con un Rob Halford en su mejor momento.

¿Qué libro/s estás leyendo en este momento?

En estos momentos estoy leyendo Mono y esencia, de Huxley: una novela post apocalíptica y distópica mil por mil. Aunque escrita en 1948, es sin dudas una metáfora de estos tiempos donde la degeneración social es aceptada como virtud superadora. Un verdadero cross a la mandíbula de la corrección política y sus consignas biensonantes.

¿Qué cinco títulos creés necesarios para la formación del escritor?

¿Cinco títulos? Difícil: es muy personal, tiene que ver con el estilo que cada uno va forjando en base a sus lecturas. En mi caso, pienso especialmente en los autores con los que me he iniciado. Poe y sus Narraciones extraordinarias, Quiroga y sus Cuentos de la selva. Misteriosa Buenos Aires, de Mujica Láinez. Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain. ¡Y también Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski, que ya desde chico me sedujo con el contundente peso de su título!

¿Qué publicaste ya en medios electrónicos y/o en papel?

Poemas de mi autoría han aparecido publicados por primera vez en los ensayos de Marcelo di Marco Hacer el verso y Atreverse a escribir (editorial Sudamericana, 1999 y 2002, respectivamente). También como poeta integro la antología DIversos, de editorial Tinta negra. En lo que a prosa se refiere, relatos míos fueron editados en los volúmenes I, II y III de Cuentos de la Abadía de Carfax, círculo de escritores de horror y fantasía del que formo parte.

¿En qué te está ayudando más tu participación en el Taller de Corte y Corrección?

Más que “en qué me está ayudando en este momento el taller”, yo prefiero comentar que a lo largo de los años el Taller me ha ido aportando la capacidad de potenciar aquello que, aunque muchas veces en bruto, está latente en mis textos, se trate de poesía, cuento o novela. Y también, por supuesto, me ha guiado ayudándome a ajustar los tornillos necesarios que hacen que cada obra dé lo mejor de sí. Todo esto, claro, más allá de un enriquecedor bagaje cultural, que va desde la ruptura de prejuicios e imposturas típicas del “mundo de los artistas rebeldes”, hasta aprender a clavar a contrafilo un kukri machete bien lanzado.

 

¡Muchas gracias, Pablo!

 

 

 

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