Cuando yo era chico, cuando el mundo estaba por cambiar para siempre gracias a la aparición de Los Beatles, el jipismo y el Concilio Vaticano Segundo, a la hora de la lectura la maestra pretendía enseñarnos cómo disponer las manos para sujetar un libro. Cómo respetar la puntuación de lo que en él estaba escrito. […]